«Para nuestro cliente era primordial que, con las nuevas chapas CONIDUR®, pasara la misma cantidad de aire que antes. Por tanto, no bastaba con hacer menos agujeros para que la chapa se estirara menos».
Esto descartaba la solución más fácil. Pero a lo fácil puede ir cualquiera.
«En primer lugar, nos centramos en las herramientas. Como comentaba antes, siempre habíamos perforado por todo el ancho de la chapa. Si ahora queríamos tener zonas sin perforar a izquierda y derecha, primero teníamos que retirar los dientes correspondientes de las herramientas. Y eso fue lo que hicimos: lijar los dientes hasta hacerlos desaparecer».
Primer problema resuelto. Pero ¿cómo evitar que se abombaran las chapas?
«Encontramos una solución para el estiramiento experimentando con diferentes herramientas y tamaños de agujeros para, por una parte, mantener la pérdida de presión y, por otra, generar menos estiramiento. En algún momento funcionó. Nuestros intentos y perforaciones de prueba nos llevaron a una técnica de fabricación que permitía un borde de hasta 50 milímetros sin que cambiara el resto de propiedades de la chapa».